ARAG-ASAJA ha recibo con decepción y preocupación el contenido de la Orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) que determina las ayudas directas a los sectores agrícolas afectados por la sequía y la guerra de Ucrania.
Decepción porque el Ministerio ha desoído la totalidad de las alegaciones que ARAG-ASAJA presentara y que consideraba imprescindibles para asegurar la viabilidad de importantes sectores agrarios de La Rioja. Y también con preocupación porque un gran número de productores quedará fuera de unas ayudas indispensables ante los estragos de la sequía y los efectos de la guerra en Ucrania.
De hecho, en una de sus alegaciones, ARAG-ASAJA exigió al MAPA que la recepción de ayudas no estuviera condicionada a que los beneficiarios de éstas, sean solicitantes de ayudas directas de la PAC de 2023. Esto dejará fuera de la convocatoria a un porcentaje muy alto de explotaciones del sector productor de frutales de La Rioja que, tradicionalmente, no ha estado vinculado a la percepción de ayudas de la PAC. Asimismo, recuerda, que esto mismo ya se produjo con las ayudas para la adquisición de fertilizantes que aprobó el año pasado el Ministerio.
Por otra parte, el MAPA tampoco ha recogido el sentir del sector de la seta y el champiñón riojano y que ARAG-ASAJA trasladó en sus alegaciones cuando reclamó su inclusión en la Orden. Se trata de un sector que está sufriendo como el que más el incremento del coste de los insumos y la merma de producción debido de la falta de soluciones alternativas frente a enfermedades por la prohibición por parte del Ministerio de Agricultura.
El fuerte incremento de costes asociados al compost, materias primas, energía y reducción de producción está poniendo en jaque la rentabilidad del segundo sector en importancia en La Rioja. Cabe recordar que el MAPA no atendió a la demanda de ARAG-ASAJA de reducir los módulos del IRPF del ejercicio 2022 en este sector y que ha producido graves resultados.
Además, Agricultura tampoco contempla la reducción de la superficie máxima subvencionable a 200 hectáreas en tierras de cultivo de secano y a 50 hectáreas en el caso de las explotaciones de frutales y frutos de cáscara, tal y como pedía ARAG-ASAJA. Igualmente, denuncia la organización que, a estas alturas nada se sabe de momento respecto a la petición que hizo ARAG-ASAJA de la declaración de la paja como elemento de uso prioritario y que vendría a paliar la difícil situación por la que atraviesan los ganaderos de la región junto con los productores de hongos debido a que su precio se ha multiplicado por tres y a frenar las tensiones que la escasez de este producto provoca con otro tipo de usuarios como los productores de biomasa.
Ante la negativa del Ministerio de Agricultura a incluir todas estas alegaciones, ARAG-ASAJA va a solicitar a la Consejería de Agricultura del Gobierno autonómico ponga en marcha las ayudas que el sector primario de La Rioja necesita.