ARAG-ASAJA advierte de la situación límite del campo riojano durante 2023 con la vista puesta en las decisiones que se tomen en Europa en 2024

El presidente de la mayor organización agraria de La Rioja, Eduardo Pérez Hoces, advierte a las administraciones de que seguirán peleando por la rentabilidad del sector porque “de seguir así, no quedará nadie para cultivar la tierra, cuidar a los animales o vivir en nuestros pueblos”.

 “Un año para olvidar”. Es la foto fija del sector agrario riojano elaborada por el presidente de ARAG-ASAJA, Eduardo Pérez y el secretario general, Igor Fonseca. Fonseca, realizaron un desayuno informativo con los medios de comunicación en el que hicieron balance de todas las circunstancias a las que enfrentaron agricultores y ganaderos durante este año que está a punto de terminar.

“Los costes elevados de energía e insumos, los efectos de la sequía y las tormentas, la aplicación de la nueva PAC y la aparición de enfermedades en la cabaña ganadera han puesto al límite al sector agrario riojano durante 2023”, señaló Fonseca.

El secretario general afirmó que, a diferencia de otras crisis, en esta muchas agricultores y ganaderos se están planteando abandonar sus explotaciones debido a la baja rentabilidad en la mayoría de las producciones agrarias.

En cuanto al sector vitivinícola, la situación no ha mejorado desde 2020. “Pese a que buena parte de las explotaciones se encontraban en el umbral de la rentabilidad, se llegó a un acuerdo por la calidad que implicaba una reducción de los rendimientos”, recuerda Fonseca, un esfuerzo añadido para el viticultor que no se ha visto recompensado con una subida del precio de la uva a partir de la medida de destilación de crisis. “Es necesario que en 2024 se implemente una compensación adicional con fondos regionales ante la merma de rentabilidad a aquellos viticultores que se acojan a la cosecha en verde”.

El sector del vino no ha sido el único en una situación complicada. La sequía ha golpeado con fuerza el cultivo a los cultivos herbáceos, como los cereales, la carestía de los fertilizantes, la semilla y gasóleo y un bajo precio de los productos en el mercado. La falta de lluvias también la han sufrido especialmente el sector del champiñón y la seta, el segundo en importancia económica de la región, por sus efectos en la falta de una materia prima básica: la paja. Pero, además, tuvo que hacer frente a una campaña sin la posibilidad de utilizar productos fitosanitarios para erradicar enfermades que afectan al hongo.

“Los rigores meteorológicos han provocado una merma en la producción de la almendra de un 20% en cultivo de regadío y del 40% en secano y a todo ello debemos añadir la competencia desleal de la almendra californiana”, ha señalado el secretario general de ARAG-ASAJA.

Y es que la sequía ha puesto al límite la rentabilidad de muchas explotaciones frutícolas. Los agricultores han tenido que hacer frente a temperaturas inusualmente altas, tormentas y temperaturas que han propiciado la aparición de plagas. “En este sector ha sido manifiesto el incumplimiento de la Ley de la Cadena”, afirmó Fonseca aludiendo al precio que recibía el agricultor por la fruta frente a lo que pagaba el consumidor en el supermercado.

UNA COMPLEJA PAC QUE SIGUE AHOGANDO A LOS AGRICULTORES Y GANADEROS

Este ejercicio también ha sido muy complicado al sector ganadero riojano que ha visto como enfermedades como la EHE y la tuberculosis y los cada vez más frecuentes ataques del lobo han motivado que muchos ganaderos se planteen abandonar. “Y las medidas que llegan de Europa como la futura Ley de Bienestar Animal o el principio de acuerdo de la Directiva de Emisiones, así como el endurecimiento de la normativa del transporte animal lo ponen cada vez más difícil a los ganaderos de explotaciones en intensivo”.

“Y, por si fuera poco, la nueva PAC añade más complejidad al sector primario a pesar de las flexibilidades que se implementaron durante 2023 y que, desde ARAG-ASAJA hemos reclamado que continúen vigentes en 2024”, ha afirmado Fonseca.


“SOMOS EL SECTOR AGRARIO MÁS RESPETUOSO CON EL MEDIO AMBIENTE, LA NATURALEZA Y EL BIENESTAR ANIMAL DE TODO EL MUNDO”

Por su parte, el presidente de la mayor organización agraria de La Rioja, Eduardo Pérez, aseguró que “cada vez nos lo ponen más difícil y no me refiero a la sequía,

las nuevas enfermedades o al abuso del mercado con nuestros productos sino al papel de las instituciones”.

Pérez ha lamentado que quienes deberían velar y proteger al sector agrario parecen más preocupados por poner trabas y dificultades. “Somos el sector agrario más respetuoso con el medio ambiente y el bienestar animal de todo el mundo. Llevamos comprometidos con el cuidado de la tierra desde siempre”.

Por ello, el presidente de ARAG-ASAJA ha asegurado que mientras las exigencias de la Unión Europea a los productos europeos son mayores, se abre la puerta de par en par a otros importadores que incumplen esas mismas normas. “Si quieren cargarse el campo riojano, español y europeo, van por el buen camino. A este paso no quedará nadie para cultivar la tierra o sacar adelante una explotación ganadera. Y no quedará nadie en los pueblos”.

“Nos van a tener enfrente quienes sigan complicando la existencia a nuestro sector porque, a pesar de todo, seguimos siendo fuerte”, aseveró, “ya lo demostramos con una manifestación histórica en Logroño y seguiremos reivindicando la rentabilidad del campo en la calle y en los despachos”.

 

RETOS PARA 2024

El sector agrario riojano espera dejar atrás este 2023 con la esperanza de que 2024 sea un año en el que se pueda recuperar la rentabilidad. “Este el principal reto que nos planteamos en 2024, recobrar la rentabilidad en nuestras explotaciones”, afirmó el presidente de ARAG-ASAJA.

No será una tarea fácil pero sí necesaria para dar viabilidad al sector que espera encontrar respaldo en las decisiones que se tomen en Bruselas, más del 80% de las medidas que afectan al agro se llevan a cabo en el seno de la Unión Europea que, en 2024, celebra sus elecciones al Parlamento Europeo. ARAG-ASAJA espera que los futuros eurodiputados demuestran mayor sensibilidad con el sector agrario a la hora de aprobar medidas y normativas.

Otro de los retos pasa por conseguir que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria y garantizar un precio justo a los productos del campo. “En la actualidad, siguen existiendo una gran cantidad de incumplimientos”, recuerda el secretario general, “no existen contratos en la entrega de los productos, ni el agricultor conoce el precio que va a recibir en el momento de la entrega, además de que, en muchos casos, se pagan precios por debajo de costes”.

Por último, los responsables de la organización esperan que se defienda como se merece el patrimonio del paisaje agrario. Para cual, exigen que las administraciones competentes revisen las autorizaciones de los proyectos ya existentes.

1000 563 Arag-Asaja
Buscar...