Para ARAG-ASAJA no hay derecho a culpabilizar al eslabón más débil, cuando a quien deberían presionar es a los de arriba de la cadena
En la rueda de prensa posterior al último Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, reclamó a los agricultores abaratar el precio de los alimentos. En concreto, señaló que lo que tenía que hacer el sector es utilizar la rebaja de los costes energéticos y los efectos de las ayudas públicas recibidas para abaratar los precios finales de los alimentos en los lineales de los supermercados.
La respuesta no se ha hecho esperar a través del presidente de Asaja Nacional, Pedro Barato: “Manipula la información y lleva al desconocimiento de mucha gente en un claro menosprecio al sector».
El principal problema, señaló, sigue estando «en que no es un problema de precios sino de costes». Y entre los principales costes, subraya Barato, «están los impuestos que vienen recogidos en el BOE y que aprueba la señora Calviño», asegura indignado. Así que considera que la vicepresidenta primera, «o bien no se entera, que lo dudo, o realmente de lo que estamos hablando es de mala fe».
En este sentido, considera que «la manipulación» de Calviño «es absoluta», «porque no hay derecho a culpabilizar al eslabón más débil, que son los agricultores y ganaderos, de la subida de precios». «Debería presionar primero a los de arriba porque quien está pagando precisamente las consecuencias es el sector agrario».
Para Barato, la ministra no es consciente de «lo que ha subido todo, desde la energía a los carburantes», porque» seguramente vive en sus idílicas montañas los fines de semana y desconoce lo que es el campo».