El campo está en horas bajas. Nunca ha sido fácil vivir de la agricultura y de la ganadería y, sin embargo, quienes lo hacemos amamos nuestro trabajo y a la naturaleza, incluso cuando azota. Pero cada vez nos cuesta más porque el campo se entiende menos. Puede que no expliquemos lo suficiente o que calen más los bulos, pero que no sea porque no lo intentemos. La sociedad necesita el campo y el campo necesita a la sociedad. A ver si somos capaces de creérnoslo. Por el bien de nuestra especie.
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA
La agricultura y la ganadería europeas cuestan mucho porque hay que cumplir legislaciones ambientales, de seguridad alimentaria, bienestar animal…, que encarecen los procesos que se necesitan para cultivar. Así que, lógicamente, nuestros productos son más caros que los que se producen fuera de la UE, sin embargo conviven en los mercados. El consumidor, muy a menudo, elige la opción económica, o sea, el producto que viene de fuera. Por eso pedimos igualdad de oportunidades como mínimo y no beneficiar al que viene de fuera frente a los que producimos dentro. Pedimos las mismas exigencias dentro que fuera de la UE.
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA
Las mayores críticas del campo vienen por las ayudas que recibimos y sin embargo no podemos elegir porque son impuestas. Nuestra actividad está regulada por las administraciones europea, nacional y regional. Tenemos que pedir permisos para todo lo que hacemos y muchas veces vendemos a pérdidas para recibir un suplemento que no compensa lo que aportamos. Preferimos que nos dejen trabajar en condiciones normales a recibir unas ayudas. Porque hay ayudas que matan nuestra ilusión y confianza.
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA
Los agricultores y ganaderos amamos el campo, lo hemos elegido como proyecto de vida y de trabajo a pesar de todo. Sin, embargo, la situación se ha complicado en los últimos años y la ilusión se ha apagado. Ojalá viviéramos para hacer lo que queremos, sembrar y cultivar pero hoy no es así, hoy no vivimos para cultivar sino que cultivamos para subsistir.
NORMATIVAS EUROPEAS E IMPORTACIÓN
10 Kilogramos de uva cuesta producirlos 82,31 €, nos pagan por ellos 72,75 €; pagamos 9,56 € para que nos los compren. 10 kilogramos de almendra común cuesta producirlos 17,80 €, nos pagan por ellos 7,60 €; pagamos 10,20€ para que nos los compren. Que nos paguen por que nos compren no es un chiste malo. Es nuestro día a día. (*Datos extraídos del Observatorio de Precios de la Consejería de Agricultura del Gobierno de La Rioja)
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA
La ganadería de la sierra es una de las pocas profesiones que mantienen la actividad económica y el empleo en esos núcleos rurales con bajas oportunidades y limitados servicios. Uno de los mayores enemigos del ganado en extensivo son los ataques del lobo cuya especie, sin embargo, está más protegida que el ganadero. ¿No nos estaremos equivocando de colectivo a proteger?
NORMATIVAS EUROPEAS E IMPORTACIÓN
Desde el comienzo de la globalización, a principios de este siglo y con el altavoz de las redes sociales que imponen modas absurdas y contradictorias, la agricultura y la ganadería gozan de una limitada popularidad. Consumimos productos de miles de kilómetros, que viajan durante semanas en transportes que ensucian el medio ambiente pero como son ecológicos se nos cura la conciencia.
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA
El aguante y el esfuerzo de los ganaderos de la sierra son las actitudes que les permiten continuar. Con los ataques del lobo como principal azote, le siguen la sequía, los precios del pienso, del agua, de los tratamientos veterinarios…; las exigentes y continuas normativas europeas y las condiciones de trabajo que requieren una atención (24-7). La resiliencia de los ganaderos será una referencia en los manuales de supervivencia.
AYUDAS Y REGULACIÓN
Quizás lo decimos poco o no interese escucharlo pero los viticultores somos los responsables de que Rioja sea el mejor vino del mundo. Elaboramos la materia prima de la que se extrae el vino y nos encargamos de que la calidad esté a la altura de la marca mundial. Somos muchas las personas que hacemos el trabajo más duro. Por eso, cuando vienen mal dadas, la correspondencia tiene que ser colectiva. No nos engañemos, sin uva no hay Rioja.
SIEMBRA PARA QUE SE ENTIENDA